El arte fascina. Eso lo sabemos todos. Pero algunas obras de arte subyugan. Eso es lo que le sucedió a Henri Matisse (1869-1954) al visitar La Alhambra. No es para menos, sobre todo teniendo en cuenta que fue uno de los primeros turistas que la visitó, allá por el año 1910. Los únicos testimonios que nos quedan del paso del artista por la ciudad andaluza son las cartas que enviaba a su familia.
Fotografía de Carlos Alonso extraída de la web rtve.es
Hasta ahora la historiografía del arte había sobrevalorado la influencia de Argelia y Marruecos en el pintor. Ahora todo puede cambiar, y España, y más concretamente Andalucía, formarían parte del acervo ornamental que tanto caracteriza a Matisse y a su arte.
Informe Semanal: La Alhambra que fascinó a Matisse
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