jueves, 13 de octubre de 2011

EngañARTE

¡Qué no te engañen! Me imagino que en esta escultura de Vespasiano datada entre el 69 y el 79 de nuestra era no hay nada que te extrañe, ¿no?.


Cuando veas las esculturas griegas o romanas, con ese mármol tan blanco, tan clásico él, en definitiva...tan blanco...te están engañando. No eran así ni muchísimo menos.



Aquí tenéis por ejemplo una escultura del emperador Calígula del 37-41 dC y una reconstrucción de la misma escultura polícroma. ¿Cambia, verdad?

Otro ejemplo del mismo museo, la Gliptoteca de Copenhague, aquí vemos restos del 300 aC proveniente de Atenas. ¿Sigue sorprendiendo, no?


Casi preferimos, quizás por que estamos acostumbrados, ver la escultura sin colores.






Pero no debemos de olvidar nunca que fueron pensadas para ser vistas en color. Mal que le pese a Winckelmann, que estaba obsesionado con las esculturas blancas de la Antigüedad.





Otro ejemplo que seguro que os sorprende es la reconstrucción de los mármoles del Partenón de Atenas que vi en el British Museum. 



No, esas grecas con esos colores...no. 


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